Un evento que
parecía modesto, exclusivo para entusiastas del género y, hasta cierto punto,
con un nivel de glamour bajo, resultó ser un festival perfecto en la
organización, perfecto en el ambiente y muy notable en el aspecto artístico.
El sábado el cartel lo completaban Whitney Rose, Sam Outlaw y The Mavericks,
la banda del cubano-americano Raúl Malo.
El sonido rozó la calidad máxima en las tres actuaciones.
La canadiense Whitney Rose tiene unos registros de voz perfectos para sus temas; es muy agradable y disfrutó firmando discos a muchos aficionados que se acercaron al puesto habilitado. Tuvo la inmensa suerte de que en su actuación le acompañaran los propios Mavericks.
Outlaw estuvo recientemente en Madrid y es un artista rotundo y honesto, lo que se agradece en estos tiempos.
The Mavericks, con el guitarrista Eddie Pérez, consiguieron que el público,
unas 4.500 personas, disfrutara bailando y cantando, aunque se echaron de
menos muchos de los tema clásicos y de mayor calado country. Pero el objetivo estaba
cubierto: la tercera edición del Huercasa Country Festival terminaba dejando entre
los asistentes un inmejorable sabor de boca.
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